Ganímedes

Ariadna García Fernández

Edgar Lorenzo Matos

Ganímedes fue un joven héroe perteneciente a la estirpe real de Troya. Era un joven, apenas adolescente que guardaba los rebaños de su padre en las montañas que rodeaban la ciudad de Troya cuando fue raptado por Zeus y llevado al Olimpo. Su belleza había inflamado el amor del más poderoso de los dioses. Dentro del Olimpo servía como copero, él escanciaba el néctar en la copa de Zeus y reemplazaba a Hebe, divinidad de la juventud.

Las versiones tanto escritas como cerámicas encontramos distintas versiones de como veremos a continuación.

El rapto

Homero, Iliada, V 265

Estos veloces caballos, amarrando las bridas al barandal, y no se te olvide de

apoderarte de los corceles de Eneas para sacarlos de los troyanos y traerlos a

los aqueos de hermosas grebas; pues pertenecen a la raza de aquellos que el

largo vidente Zeus dio a Tros en pago de su Hijo Ganímedes y, son, por canto, los

mejores de cuantos viven bajo el sol de la aurora.

 

Copa ateniense figuras rojas pintor de Pentesilea Museo Nacional de Spina Ferrara (9351), 211576, 475-425

 

Homero, Iliada XX

Erictonio fue padre de Tros, que reinó sobre los

Tryanos; y éste dio al ser tres hijos irreprensibles: Ilo, Asáraco y el

 
Deiforme Ganímedes, el más hermoso de los hombres, a quien arrebataron los

Dioses a causa de su belleza para que escanciara el néctar a Zeus y viviera con

Los inmortales.


Kantharos ateniense figuras rojas, Brygos, Museo de Bellas Artes de Boston (95.36), 204081 500-450                                                         Copia de figuras rojas ateniense, Douris, Museo del Louvre (G123), BZL 205 140, 500-450 a.C. BZL 205 140, 500-450 a.C.

                                                                                                                                                                                                               

 

Píndaro Olímpicas X

Bajo esa poderosa adolescencia que, en otro tiempo,

Con el favor de Cipris, la muerte inexorable aparto de Ganímedes.

Virgilio, Eneida V 255

De pronto el Ida, ave portadora de las armas

De Júpiter se lo lleva prendido entre sus corvas garras por la altura

23032011025 

Ánfora ateniense de figuras rojas, Pintor de Pan, colección Beaulieu-sur-Mer, Villa Kerylos (XXXX19599), BZL 195999, 500-450 a.C.

 

 

 

Apolodoro, biblioteca II 5, 9

A Ganímedes, a causa de su belleza, lo raptó Zeus por medio de un águila y lo hizo copero de los dioses en el cielo.

Chous figura rojas ateniense, Florence, Museo Basel, Jean- David (CAHNAG xxxx211529) 211529, 475-425

Chous figura rojas ateniense, Florence, Museo Basel, Jean- David (CAHNAG xxxx211529), BZL 211529, 475-425

Ovidio, Metamorfosis, X, 303-318 (OVIDIO, Metamorfosis, edición, introducción y notas de Juan Francisco Alcina, Planeta, Barcelona, 1990. (rapto)

“En otro tiempo Jove soberano,

Gobernador de la suprema esfera,

De amor de Ganímedes el troyano

su pecho vio abrasado en gran manera.

Y que quisiera entonces fue muy llano

Ser otra más, que no lo que era;

Más mudarse en otra ave se desdeña

que  al mundo el rayo suyo enseña.

 

Y sin tardanza en águila mudado,

con mentirosas alas bate el viento,

y su ligero vuelo enderezado

do estaba su esperanza y su contento,

al nieto de Ilio roba, y le ha llevado

al cielo, do él reside, en un momento,

y a su mujer haciendo desafuero

le hizo a su despecho su copero.”

kantharos ateniense figuras rojas, Brygos, Museo Louvre (G248), 204143, 500-450-

Kantharos ateniense figuras rojas, Brygos, Museo Louvre (G248), BZL 204143, 500-450 a.C.

cratera ateniense figuras rojas, pintor Harrow, Museo Arquelogico Nacional de Napoles, M1112, 202657

  Crátera ateniense figuras rojas, pintor “Harrow”, Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (M1112), BZL 202657, 500-450 a.C.

Virgilio, Eneida I, 28

Queda en lo hondo de su alma fijo el juicio de Paris

Y el injusto desprecio a su hermosura

Y el odio a a que la raza y el honor dispensado a Ganímedes.

Lécito ateniense figuras rojas, Museo Arqueológico Nacional de Tarento (54383), 206351, BZL 500-450 a.C.

 

23032011021

Crátera de volutas, Pintor de Ganímedes, colección privada suiza, RV Ap II 795, nº 25/I, pl. 294.

El rapto de Ganímedes a nivel iconográfico es una de las escenas más llamativas y numerosas aunque sólo desde época helenística aparece la escena del águila raptando al joven como se popularizó en el arte moderno y contemporáneo. Además, ya de cara al mundo clásico, estas escenas representan dentro de la sociedad griega en general y ateniense en particular las relaciones homosexuales pedófilas. Dentro de la jerarquizada sociedad ateniense, la cúspide era la de los ciudadanos adultos con plenos derechos en la democracia. Las relaciones sexuales se veían marcada por este principio y se consideraban correctas más que por criterios morales (como pasa en el cristianismo) por la posición social de los participantes. Así, el ciudadano adulto puede relacionarse sexualmente con cualquier inferior: mujeres en general, esclavos, metecos (extranjeros) y los ciudadanos jóvenes aún no mayores de edad. Mientras se mantengan estas diferencias y el ciudadano mantenga el rol dominante de la relación, sea el activo y el principal receptor del placer se considera correcta y adecuada. Dentro de todas estas opciones apareció el ideal del amor homosexual con los jóvenes ciudadanos que dentro de los inferiores sociales era el que se encontraba más cercano socialmente al ciudadano adulto. Así, sólo era correcto que fuera un ciudadano adulto con uno joven. Esta relación se encarna en la relación entre Ganímedes y Zeus que como ideal. Se observa claramente en el hecho de que Zeus aparece en la posición de poder como hombre adulto mientras Ganímedes aparece siempre como un joven imberbe e incluso con atributos más infantiles como es el aro.

Dentro de la iconografía comparativa, señalar el caso único de los vasos suditálicos. En ellos, en vez de aparecer Ganímedes con un águila (ya sea de rapto o acompañamiento) aparece con un cisne. Se desconoce una causa de esta peculiaridad, relacionándose probablemente con peculiaridades locales a nivel religioso, ideológico y/o iconográfico.

Copero de los dioses

Himno Homerico, Afrodita V, 202-217 (coopero)

Su nombre será Eneas a causa del terrible dolor que se apoderó de mí por haber caído en la cama de un hombre mortal. Siempre los de vuestro linaje han sido, entre los mortales hombres, los más semejantes a los dioses por su aspecto y por su natural. —Así el próvido Zeus robó al rubio Ganímedes por su belleza, para que estuviera entre los inmortales y en la morada de Zeus escanciara a los dioses, ¡cosa admirable de ver!; y ahora, honrado por todos los inmortales, saca el dulce néctar de una crátera de oro. Inconsolable pesar se apoderó del alma de su padre Tros, que ignoraba adonde la divinal tempestad le había arrebatado el hijo, y desde entonces lo lloraba constantemente, todos los días; pero Zeus se apiadó de él y le dio a cambio del hijo caballos de ágiles pies, de los que usan los inmortales. Se los dio de regalo para que los poseyera, y el mensajero Argifontes se lo explicó todo por orden de Zeus: que Ganímedes sería inmortal y se libraría de la vejez como los dioses.

Ánfora ateniense figuras negras, pintor de  Affecter”, Museo bellas Artes Boston (99.516), BZL 301299, 550-500 a.C.

 

Copa de figuras rojas ateniense,de Euxitheos y Oltros, museo Nacional de Tarquiniense (RC6848), BZL 200502, 525-435 a.C.

Pindaro Olímpicas I

Te rapto entonces el dios del fulgido tridente

Por el amor esclavizado el pecho, y en sus caballos de oro

Arriba te llevo, al palacio de Zeus, el soberano,

Donde, tiempo adelante,

Fue también Ganímedes

Para prestar a Zeus igual servicio.

Pelike ateniense figuras rojas, Hermonax, Antikenmuseum und Sammlung Ludwig (BS 483), BZL 205409, 500-450 a.C.

Apolodoro de Rodas, argonautas III115

lo hallo a untado apartado en el vergel de Zeus, no solitario sino también con Ganímedes, al que en una ocasión estableciera Zeus en el cielo como huésped de los dioses inmortales, prendado de su hermosura.

Copa ateniense figuras rojas, pintor de Codro, Brithish Museum (41847.9-9.6), BZL 217212, 450-400205409, 500-450 a.C.

 

Crátera ateniense figuras rojas, piinto de Polygnotos, Museo Arq. Regional Paolo Orsi de Siracusa (45911), BZL 219661, 4758-425 a.C.

Pelike ateniense de figuras rojas, pintor Geras, Museo del Louvre (G224), 202576

Pelike ateniense de figuras rojas, pintor Geras, Museo del Louvre (G224), 202576, 500-450 a.C

Del mismo modo podemos decir que dentro de las representaciones iconográficas encontramos recurrentemente la aparición de dos símbolos ligados a la figura de Ganímedes: el aro (símbolo de la juventud) y el gallo (regalo usual entre parejas homosexuales en la Atenas Clásica junto con el conejo).

 


                                                         Crátera ateniense figuras rojas, pintor de Berlín por Beazley, Museo del Louvre, París (G175), BZL 201933, 525-475 a.C       Oinochoe de figuras rojas ateniense, pintor de pan, Museo Metropolitano de Nueva York   (23.160.55), BZL 206371, 500-450 a.C.

 

                                                                     

 

 

Fragmentos de ánfora ateniense figuras rojas, Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia (xxxx0.1852), BZL  201852

 

 

 

Apolonio de Rodas, El viaje de los Argonautas III, 112-127; traducción de Carlos García Gual, en Alianza Editorial

Por su lado, la diosa Afrodita echó a andar sola por los repliegues del Olimpo, a ver si encontraba a su hijo. Lo halló lejos, en el jardín florido de Zeus y no solo, sino con Ganimedes, aquél al que una vez Zeus estableciera en el Olimpo, huésped de los Inmortales, deseoso de su belleza. Ellos, con tabas doradas, compañeros infantiles, jugaban. Y el desvergonzado Eros ya mantenía un puñado lleno del todo con su mano izquierda a la altura del pecho, y un dulce rubor florecía bajo su piel en ambas mejillas. El otro, al lado, estaba de rodillas en silencio, confuso. Retenía dos huesecillos, y luego los iba arrojando uno tras otro, y se enfadaba mientras él se reía. Y así perdiéndolos éstos tras los anteriores, se marcho entristecido con las manos vacías y ni siquiera vio a Cipris que se acercaba.

 

Así mismo, de manera excepcional, encontramos una imagen de Ganímedes representado junto con Hermes, uno de los dioses más jóvenes y que podría estar en estrecha relación con esto, de forma similar a como lo muestra Apolonio en el.

anfora figuras rojas ateniense, atribuida Alkimachos, Museo Hermitage (G11), 206002

Ánfora figuras rojas ateniense, atribuida Alkimachos, Museo Hermitage (G11), BZL 206002, 500-405 a.C

Ganímedes posteriormente

Obviamente, con el advenimiento del cristianismo, la figura de Ganímedes es condenada al tratarse de un auténtico icono homosexual en la antigüedad. Sin embargo, algunos lo ven como la simbolización del alma arrebatada que sube al cielo (Dante, Divina Comedia, Purgatorio, IX, 19-33). Además, se le conserva como un atributo de Júpiter (Tarot de Mantegna, 1465) y al principio del Renacimiento se le comienza a retomar, caso de las puertas de San Pedro de Filarete (1433). Así, en el Renacimiento y posteriormente se reafianza su imagen, quedando ya fijada la imagen de un muchacho semidesnudo, a veces con algún signo de que se trata de un pastorcillo, levantado en el aire por un águila. Se aprovechó la escena para destacar el fondo, ya sea el cielo o la tierra, y en algunos casos se convirtió en un ejercicio de estilo mientras que en otros fue simplemente incluido en el ciclo de amores de Zeus. Tampoco olvidemos que al igual que el motivo de Io y Artémis posee cierta atracción por su carácter homosexual, Ganímedes también la poseyó ante algunos círculos y personas. Dentro de las representaciones del rapto destacan las de Peruzzi (1514),Corregio (1531), un boceto de Miguel Ángel (1532), Rubens, Natoire, Gabianni (1700) Moreau e incluso en el siglo XX con Mariani (1981). La tradición de esta representación apenas varia desde el Renacimiento, salvo casos como el tono burlesco de Rembrandt (1635), Ganímedes montando en un águila en un bronce sin identificar (atribuido a Cellini o Tribolo), Ganímedes alimentado al águila (Thorvaldsen, 1804) o un Ganímedes de pie con el águila a su lado (Cellini).

 

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Ganímedes y el águila. Thorvaldsen B. 1817. Museo Thorvaldsen, Copenhague, Dinamarca.

 

Bibliografía

Fuentes Literarias:

-          APOLODORO, Biblioteca III, traducción de Margarita Rodríguez de Sepúlveda. Madrid, Gredos, 1985.

-          APOLONIO DE RODAS, El viaje de los Argonautas III, preparado por Carlos García Gual. Madrid, Editorial Nacional, 1983.

-          GRIMAL, P. Diccionario de mitología griega y romana. Barcelona, Paidós, 2000.

-          HALPERIN, D.M. One hundred years of homosexuality and other essays of speek love. Nueva York-Londres-Routhledge, New Ancient World, 1990.

-          HIGINIO, Fábulas, tradición Santiago Rubio Fernaz. Madrid, Clásicas, 1997.

-          Himnos homéricos. Batracomiomaquía. Madrid, Akal, 2000.

-          HOMERO, Odisea; edición de José Luis Calvo. Madrid, Cátedra, 2002.

-          OVIDIO, Metamorfosis, edición, introducción y notas de Juan Francisco Alcina. Barcelona, Planeta, 1990.

-          PÍNDARO, Olímpicas, edición comentada por Manuel Fernández-Galiano. Madrid, Clásicas, 1994.

-          VIRGILIO, Eneida, edición y traducción Alfonso Cuatrecases. Madrid, Espasa, 2000.

Páginas Web

-          http://www.beazley.ox.ac.uk/index.htm

-          http://www.theoi.com/